28/7/15

PROPUESTA GEOLOGICA-GEOMORFOLOGICA DE PROTECCION AMBIENTAL – PARROQUIA CHIGUARA, MUNICIPIO SUCRE, ESTADO MERIDA - VENEZUELA

PROPUESTA GEOLOGICA-GEOMORFOLOGICA DE PROTECCION AMBIENTAL  – PARROQUIA CHIGUARA, MUNICIPIO SUCRE, ESTADO MERIDA - VENEZUELA
FUNDACHIGUARA - PUEBLO DE CHIGUARA 
COLABORACION DE:
      OMAR GUERRERO, CARLOS FERRER, RIGUEY VALLADARES, GERARDO PINEDA Y ELIDES SULBARAN
ESCUELA DE INGENIERIA GEOLOGICA (ULA) - INSTITUTO DE GEOGRAFIA(ULA) - INPARQUES MERIDA.

CONDICIONES GEOLOGICAS Y GEOMORFOLOGICAS DE LA PARROQUIA CHIGUARA

En la parroquia Chiguará que forma parte del Municipio Sucre del estado Mérida,  se reconocen afloramientos de rocas de edad Paleozoica (Asociación Tostos), litológicamente corresponden a esquistos, filitas y cuarcitas verdosas. También se reconocen rocas sedimentarias jurásicas (Formación La Quinta) que consiste de conglomerados, areniscas, lutitas y limolitas de color rojizo. Y unidades geológicas más recientes de edades cretácicas (formaciones Río Negro, Apón, Aguardiente, Capacho, La Luna y Colón, Figura 1).  Más hacia el N y NE del poblado de Chiguará, se reconocen  afloramientos  de rocas tipo lutitas, areniscas, limolitas y carbones, de edad terciaria representada por las formaciones Carbonera, León y Palmar. Y finalmente, una cobertera cuaternaria, representada por abanicos aluviales y depósitos fluvio-coluviales que cubren un gran parte de la Parroquia de Chiguará y es donde se asientan la mayoría de actividades urbanas y agropecuarias.

Las secuencias cretácicas más extensas en la zona, están representadas por la Formación Aguardiente que consiste de areniscas de grano grueso a fino, y en menor proporción lutitas y calizas, siendo el espesor medido para esta unidad de 125 m. Y las unidades geológicas que representan interés para la extracción y producción de cemento están constituidas por  La Formación Capacho que consiste de calizas masivas de color gris frecuentemente fosilíferas, con un espesor medido de 60 m., y la Formación La Luna compuesta por calizas laminadas densas de color gris oscuro. El espesor medido para esta unidad es de 100 m aproximadamente (Figura 1).

La Formación Colón son lutitas microfosilíferas de color gris oscuro a negro, piríticas y ocasionalmente calcáreas. Su parte basal la conforma un intervalo de rocas fosfáticas, denominado Miembro Tres Esquinas compuesto fosfato con glauconitas, piritas y abundantes restos orgánicos, con un espesor que oscila entre 1 y 3 m. La roca fosfática es de color gris oscuro y una textura granular. Su disposición es estratiforme y suprayace concordante y abruptamente a las rocas de la Formación La Luna, mientras que su contacto superior es concordante con las lutitas de la Formación Colón.  El espesor medido para la Formación Colón es de 63 m.


Las secuencias de edad terciaria y especialmente Paleógeno (formaciones Carbonera y León), aflora fundamentalmente hacia la parte nor-occidental de la zona de la Parroquia Chiguará, con espesores que van desde los 100 hasta los 150 m. Mientras que la secuencia Neógeno, está representada por la Formación Palmar, que consiste de areniscas de grano medio a fino con intercalaciones de lutitas y limolitas con restos de hojas. El espesor medido para esta unidad fue 300 m., Su contacto superior es transicional con la Formación Isnotú, formada por intercalación de areniscas de grano grueso localmente conglomeráticas y arcillosas, con lutitas arcillosas. El espesor medido para esta unidad es de 222 m.  Estructuralmente zona está sometida a fuerzas compresivas en sentido NW-SE que producen fallamiento geológico intenso (Ponce y González, 1988).

Figura 1. Mapa geológico de la zona de Chiguará y alrededores, donde se muestra la distribución espacial de las unidades geológicas de interés para la producción de cemento, así como las microcuencas hidrográficas donde se extienden estas unidades

Las inspecciones técnicas realizadas a los sectores antes mencionados, permiten señalar que  las distintas aldeas de la parroquia Chiguará, se emplazan en un área tectónicamente activa formada por el corredor de  zona de fallas de Boconó,  sobre afloramientos de roca caliza pertenecientes a las formaciones Capacho y La Luna (Figura 1), las cuales poseen extensiones importantes para ser considerados como un prospecto mineralógico, pero cuya calidad y cantidad del material de mena no está bien definida y cubicada. Considerando la localidad de la Roncona – Quizná, como posible sitio de extracción del material de caliza, se puede constatar que los afloramientos objeto de la explotación minera propuesta, se localizan en un área con alta  fragilidad geo-ecológica, debido que constituyen las nacientes de agua de al menos cinco microcuencas hidrográficas (Figura1),  de las cuales la más afectada corresponde con la microcuenca de la Roncona – Las Coloradas, y la cobertura vegetal original es garantía de la estabilidad climática y geológica de estos sectores. Y por otra parte, la intervención antropogénica afecta directamente en la merma de los recursos hídricos, necesario para el desarrollo de las actividades  humana, agrícolas y pecuarias, debido a la afectación negativa sobre los sistemas de humedales actuales.

Por otra parte, la extracción de este recurso mineral requiere de técnicas geo-mineras a cielo abierto, es decir de la exposición y remoción de todo el material vegetal y de suelos que yacen sobre la roca de interés (caliza), por tal motivo, la exposición de este relieve montañoso con pendientes superiores a un 40% a fenómenos de climáticos, produce una elevada meteorización de la roca expuesta, la cual  constituye un  detonante de movimientos de masa con magnitudes significativas, debido a las vibraciones producidas por los explosivos del material, los cortes en taludes y el transporte de carga podrían generar remoción de los materiales lutítico – arcilloso, que se encuentran actualmente afectados por reptación progresiva, así como la reactivación de deslizamientos rotacionales en el área de influencia del proyecto (Ferrer, C, 1989). Otro hecho, no menos importante, está relacionado con las emisiones atmosféricas de polvo o partículas de arcillas emitidas en el proceso de extracción de la cantera durante el procesamiento y movilización de la materia rocosa comprometiendo la calidad del aire, cuya expansión dependerá de las direcciones y velocidades de los vientos y de la tecnología empleada.

RECURSO AGUA Y ESTIMACIÓN DE SU BALANCE HIDRICO
La provisión de agua para el consumo humano (Tabla 1) y animal en las aldeas  y en el centro del poblado capital (Chiguará), se ha hecho tradicionalmente de fuentes naturales, principalmente de la Toma- Agua Montaña con torrentes que atravesando San Antonio y el centro poblado, terminaban en La Playita y El Tejar, complementadas con las que estaban en Guatiré, Cola e´Peje, La Mina y La Aguada, fuentes que han ido desapareciendo por deforestaciones al cambiar el rubro café a ganadería, por el aumento de población y por la instalación de sucesivos acueductos, siempre con provisión insuficiente (Tabla1). En la zona rural hay fuentes que generan corrientes de agua para alimentar acueductos rurales y torrentes para consumo animal, que forman parte de una hoya hidrográfica que llega al río Chama, pasando por los desfiladeros donde hay minas de fosfatos y carbonatos que la prudencia hasta ahora vista y puesta en práctica, ha evitado posibles catástrofes físicas y humanas. Según datos precipitación y temperatura  obtenidos de la estación climatológica de Chiguará, podemos reconocer que el balance hídrico de este sector reporta un balance hídrico negativo con un coeficiente de humedad anual de - 4.9, así como un comportamiento unimodal de con máximas que superan ligeramente la evapotranspiración en los Octubre y Noviembre, los meses restante del año  tienen un comportamiento hídrico negativo (Figuras 2 y 3).



Figura 2. Balance climatológico de la estación Chiguará, muestra un comportamiento unimodal con máximos ligeramente superiores a la evapotranspiración en los meses de Octubre y Noviembre. (Pp.; precipitación media anual en cm. y ETP; evapotranspiración en cm.)

La disponibilidad de agua en los caudales del los ríos y quebradas está alimentada solo por la capacidad de agua del suelo (reserva del suelo), y la posibilidad de mantenimiento de agua en los humedales existentes en la cabeceras de las microcuencas hidrográficas, debido a que los coeficiente positivos no logran superar al 20% de la capacidad de reserva de los suelos, durante todos los meses del año, en promedio.

Figura 3. Coeficiente de humedad para la zona de Chiguará, obtenido del balance hídrico, resulta con un valor medio anual de - 4.9.

Este comportamiento hídrico interpreta un stress hídrico durante todo el año, que se traduce en un incremento de consumo de agua para las actividades agropecuarias de la zona, debido a la necesidad de mantener los niveles de agua disponibles en el suelo para el laboreo agrícola y la actividad ganadera. Adicionalmente, hay escasez de agua por la deforestación y posiblemente por su infiltración, debido a carcavamiento y cavernizaciones que se forman en terrenos calizos y carbonatados, evento que aumentará la profundización del agua si se cortan los declives y superficies por donde transcurren las corrientes de acuíferos.

TOTAL POBLACION TOTAL DEL MUNICIPIO SUCRE: 56.136 HABS
CONSUMO DE AGUA PROMEDIO PER CAPITA: 250 LTS/DIA
CONSUMO ESTIMADO DE AGUA PARA EL MUNICIPIO SUCRE:  14.034.000 LTS/DIARIO
CONSUMO APROXIMADO DE AGUA (%) DE LA PARROQUIA  CHIGUARA CON RESPECTO A L MUNICIPIO
1.007.750 LTS/DIARIO  (7.18%)

Como se puede observar en los datos de población y las demandas de consumo de agua estimada para las poblaciones del Municipio Sucre, se considera una demanda aproximada de catorce millones litros /diarios, para satisfacer el consumo humano (no se contabiliza la demanda para actividades agrícolas y ganaderas), de las cuales la parroquia Chiguará demanda un 7,18% del total.

GEOMORFOLOGIA ACTIVA DE LA PARROQUIA CHIGUARA – MOVIMIENTOS DE MASA DEL TERRENO
La identificación y el análisis de los mecanismos que han dado origen a grandes movimientos de masa Cuaternario en los Andes venezolanos no han recibido la suficiente atención por parte de los investigadores, pese a la importancia que estos procesos tienen en la determinación de los niveles de riesgo y su incidencia socioeconómica (Ferrer, C. 1990a,b). El propósito inicial  es hacer una revisión de los movimientos de masa del terreno activos y potenciales de la Parroquia Chiguará, muchos de ellos relacionados con eventos cosísmicos de la traza de la falla de Boconó, considerada la más extensa y  de mayor actividad tectónica del occidente de Venezuela.

Tricart & Michel (1963) en su estudio geomorfológico de la zona semiárida de Lagunillas de Urao, identifican y analizan someramente el deslizamiento de González. Muy poco se conoce del deslizamiento de Chiguará, excepto por una publicación de Ferrer, C. (1989b),  y un informe técnico inédito, dirigido a evaluar las condiciones de estabilidad de una vía que unía el poblado de Chiguará con las ciudades de Mérida y El Vigía, la cual fue posteriormente abandonada por encontrarse en la zona más activa del movimiento y sustituida por otra carretera con mejores condiciones geotécnicas (Ferrer, C., 1989a).

DESLIZAMIENTO ACTIVO  DE LA VERTIENTE SUR DE LA PARROQUIA CHIGUARA

El  deslizamientos o desprendimiento de masa lento de Chiguará, que abarca la zona de emplazamiento urbano de la población de Chiguará y sectores aledaños, que miran hacia la subcuenca media del Río Chama,  se localizan sobre la traza de la falla de Boconó (Ferrer, C., 1990a, b), ocupando uno de los extremos del contexto tectónico de la cuenca de tracción de Las González (Figura 4). La cuenca de tracción (pull apart basin) de La González, previamente definida y ampliamente estudiada por Schubert (1980; 1982; 1984) se ubica en una ‘curvatura de alivio’ en este segmento de la falla entre La González y Estanques, donde se emplaza la Parroquia Chiguará (Figura 4). Las condiciones climáticas predominantes en esta área son marcadamente semiáridas, las precipitaciones son inferiores a los 558 mm/año y se concentran en tan sólo dos meses mayo – octubre (30%), ello determina el desarrollo de una vegetación semi-xerofítica. En el deslizamiento de Chiguará existe una microzonificación climática muy interesante, ya que varía de condiciones secas en la base a muy húmedas en la corona, un marcado cambio en tan solo 3,75 km – marcada por el efecto foehn, control climático provocado por el efecto de las barreras montañosas y la circulación de los vientos.
Figura 4. Esquema geológico regional de la cuenca de Las Gonzales, donde se ubica el proyecto. 1: Precámbrico; 2: Paleozoico (Asociación Tostos) rodea la zona del proyecto. 3: Mesozoico. 4: Zona de rocas tectonizadas. 5: Relleno de sedimentos cuaternarios. 6: Traza de fallas de Boconó. 7: Facetas triangulares.  Modificado de Schubert, 1982.

El deslizamiento de Chiguará presenta una orientación norte-sur, con una longitud de 3,7 km por 1,47 km de ancho (Figura 5). El material deslizado está constituido por una amplia gama de rocas sedimentarias pertenecientes al Mesozoico, al noreste aflora una secuencia de esquistos cloríticos correspondiente a la Asociación Tostos (Paleozoico Inferior) (Figura 4). De acuerdo a sus características morfológicas en este movimiento de masa parecen haberse producido dos eventos según Ferrer, C (1990b): en una primera etapa, un desplazamiento de traslación inducido por una alta alimentación de agua subterránea proveniente del sector ocupado por la corona, ello lubricó el material rocoso infrayacente y generó de una manera relativamente rápida el movimiento inicial. Un segundo evento, relacionado directa o indirectamente por el plano de la falla geológica (o planos, ya que parecen haber varias pequeñas fallas implicadas), provocó el deslizamiento en sentido rotacional de un gran bloque en la base. Movimientos posteriores se relacionan con el proceso de socavamiento acelerado por parte del río Chama, actividad esta que no tiene mayor influencia en la totalidad de la masa deslizada. El deslizamiento de Chiguará es un movimiento muy activo, concentrándose las mayores tasas de desplazamiento en la sección media y en la base, por lo que a mediano plazo pudiera verse afectado el poblado de Chiguará.

Figura 5. Interpretación geomorfológica general de la zona de Chiguará – vertiente que mira hacia la subcuenca media del río Chama y la zona de Bella Vista – Quizná, - vertiente que mira hacia el Sur del Lago de Maracaibo

DESLIZAMIENTO ACTIVO  DE LA VERTIENTE NORTE DE LA PARROQUIA CHIGUARA
Los deslizamientos observados hacia la zona de Bella – Quizná – El Guamo, corresponden con movimientos de masa lentos de tipo reptación – solifluxión, donde se reconocen abundantes  geoformas de colinas alineadas, orientadas en sentido de la pendiente (Figura 5), así como cicatrices de desprendimientos traslacionales múltiples retrogradantes, que se inician en la zona de socavamiento lateral que genera el río Chama en los afloramientos rocosos de las zonas bajas del sector Bella Vista – Quizná, Se interpreta que la remoción de material rocoso de la zona alta, incrementa la exposición de estas rocas a los efectos de la meteorización (precipitación – temperatura) y generaría un incremento de la sedimentación y la evolución de movimientos de masa lentos a violentos tipo deslizamientos rotacionales – traslacionales y flujos de detritos. La estimación de tasa de erosión (RUSLE) de la microcuenca es  0.1 a 0.5 Tn/Ha/año., se considera intermedia, sin embargo este valor se incrementa al modificar la cobertura vegetal y exponer el suelo a los efectos de intemperismo.

Los deslizamientos de Chiguará y Bella Vista – Quizná - El Guamo, son explicados por la influencia tectónica (falla de Boconó – fallas geológicas locales) y litológica de tipo sedimentario estratificado (calizas/lutitas),  explica la cinemática del desplazamiento (Figura 6), el cual se ha venido acelerando tanto por influencias sísmicas como por las condiciones especialmente húmedas de las vertientes que conforman su área de despegue (corona de deslizamientos). Como ha sido señalado con anterioridad, el estudio de las relaciones entre los movimientos de masa y sus condiciones físicas, así como la definición de sus límites críticos o niveles de susceptibilidad, encuentran su principal aplicación en el campo de la planificación física. La reactivación de estos deslizamientos y especialmente los deslizamientos que existen hacia la vertiente de Bella Vista – Quizná – El Guamo, productos del rompimiento del frágil equilibrio geo-ecològico de sus microcuencas hidrográficas, pueden llegar a interrumpir la conexión vial entre Mérida – El Vigía, en la localidad del Túnel de Santa Teresa – El Caracol – La Trujillana,  mientras que el deslizamiento existente en el poblado de Chiguará, amenaza una población aproximada de 7.800 habitantes (INE, 2010). Estas situaciones pueden verse agravadas en el caso de la ocurrencia de un evento natural extremo (sismo, lluvias excepcionales, etc.), lo que subraya la importancia de una evaluación científicamente orientada en el estudio de estos grandes movimientos de masa y a la protección ambiental de las nacientes de las cuencas hidrográficas que conforman esta Parroquia del Municipio Sucre del estado Mérida.

SISTEMA VIAL AFECTADO POR EL DESLIZAMIENTO DE MASA DE LA VERTIENTE NORTE DE LA PARROQUIA CHIGUARÁ: AUTOPISTA “RAFAEL CALDERA”
El desarrollo de la infraestructura vial que comunica la ciudad de Mérida con los centros poblados de El Vigía – Chiguará y áreas adyacentes, se inicia en 1929 con la construcción del ramal carretera que une a El Vigía con La Palmita - La Victoria (tramo importante de la carretera Trasandina), ello permitiría una mejor vinculación del territorio montañoso de Mérida (capital) y zonas aledañas con El Vigía. Posteriormente en el año 1949, comienza a llegar a El Vigía, algunas compañías constructoras que laborarían en la carretera Panamericana, tales trabajos contribuyeron con el crecimiento de la población, ya para el año 1952,  se construye el tramo de la carretera Panamericana; San Cristóbal El Vigía y el tramo de la carretera hacia Santa Bárbara del Zulia, posteriormente, bajo la administración del Presidente de la República Marcos Pérez Jiménez, se inicia la construcción del puente sobre el Río Chama (1954) el cual serviría de enlace de la carretera Panamericana con El Vigía.


Figura 6. Zona de pendientes de las zonas de desprendimiento de sector Bella Vista – Quizná – El Guamo. En su totalidad la pendiente supera los 20%, critica para los deslizamientos de masa de rocas de composición arcillosa. Este material desprendido llega al borde derecho del río Chama, un desprendimiento masivo, produce represamiento del río Chama y por ende destrucción parcial o total de la autopista Rafael Caldera, en el sector Santa Teresa – El Caracol – La Trujillana. Imagen Google, 2015

Visto el progreso y el acelerado desarrollo de la economía en la zona, es cuando el entonces presidente de Venezuela  Marcos Pérez Jiménez, anuncia la construcción de una carretera que conectará a las ciudades de El Vigía y Mérida. Tal proyecto se inicia en el año 1973, durante la Administración del Dr. Rafael Caldera. Sin embargo la ejecución completa de dicha obra tardaría 24 años, y seria en 1997 durante la segunda gestión presidencial del Dr. Rafael Caldera, que se culmina la obra vial. La Carretera “Dr. Rafael Caldera” o Carretera Mérida - El Vigía,  es una infraestructura vial intermunicipal del estado Mérida, construida con características de "Supercarretera", no de autopista. Forma parte de la denominada Local 007, la cual a su vez, constituye un tramo importante de la denominada carretera Trasandina, que permite una conexión rápida entre las ciudades de El Vigía y Mérida. Es una carretera enclavada en la geografía de los Andes Venezolanos, tiene una dimensión que enlaza a la Av. Rotaria de la Ciudad de El VigíaMunicipio Alberto Adriani, con los previos del Municipio Campo Elías, conectándose con la Av. Centenario de la Ciudad de Ejido, perteneciente al Área Metropolitana de Mérida, en un tramo de un poco más de 60 km de distancia, la cual permite la comunicación entre estas dos (2) importantes localidades merideñas en un tiempo promedio de 35-40 minutos a una velocidad promedio de 100km/h, así como la interconexión entre las poblaciones, que desde  su extremo Sur hasta el extremo Norte, son; El Vigía, entrada a la Palmita, Sistema de Túneles : Santa Teresa  – Cañabrava – Estanques, Distribuidor de Estanques, Entrada a Chiguará, Llano El Anís, Los Araques, Puente Viejo, Entrada a Pueblo Nuevo del Sur de Mérida, Lagunillas, San Juan de Lagunillas, Villa Libertad, Las Gonzales, Los Guáimaros, Los Higuerones (entrada a la Av. Centenario de Ejido).

La vía local 007 está constituido por una serie de cuatro (4) túneles: Estanques, Cañabrava, Mocotíes y Santa Teresa; agrupando luego con el revestimiento definitivo los últimos dos en uno solo, mediante la construcción de un falso túnel que cubrió la marcada incisión topográfico-natural que los separaba. El túnel Estanques, con un ancho neto de 9,4 metros y 1.484 metros de largo. El túnel Cañabrava, con 14,2 metros de ancho (dos canales en subida y uno en bajada, para salvar una muy fuerte pendiente del orden del 8%, con largo de 538 metros y los túneles Mocotíes - Santa Teresa, con 1.662 y 1.548 metros de longitud, con anchos 9,4 metros, respectivamente. El macizo rocoso en que se excavaron los túneles centrales son graníticos poco fracturados, mientras que los ubicados más hacia la ciudad de El Vigía (Santa Teresa) fueron  excavados en  formaciones geológicas sedimentarias, pero esta vez con franco predominio de las lutitas sobre las areniscas, lo cual requieren de una mayor protección y conservación vial tanto de las carpetas de rodamiento como de sus taludes de corte y las zonas de socavamiento que produce el río Chama y quebradas afluentes a este colector principal. Este último tramo estaría sometido a fuerte presión por la carga de sedimentos provenientes de las zonas altas de la vertiente norte de la Parroquia Chiguará, por lo cual sería parcial o totalmente destruido por el efecto de represamiento provocado por la sobrecarga de sedimentos sobre el río Chama.Los  efectos del desplazamiento de terreno de la vertiente norte de la parroquia Chiguará sobre el margen derecho del río Chama en la sección del túnel Santa Teresa (UTM215774E/ 940898N/ 268msnm) – El Caracol (215930E/ 943780N/ 238msnm) de la carretera Mérida – El Vigía (Troncal 007), pueden observarse en la Figura 7, que a una tasa de erosión estimada actual de 0.1 a 0.5 Tn/Hec/año, permite producir variaciones en la geometría original del canal de río Chama, incrementando la presión sobre la base de la carretera Mérida – El Vigía, la cual provoca erosión por socavamiento basal e inestabilidad de la calzada vial por fallamientos de bordes e inestabilidad geológica del terreno que sustenta la vía,  así como por un eventual represamiento de la sección del río Chama entre Santa Teresa – El Caracol, debido a sobresaturación de masa de terreno sobre el canal fluvial.

Figura 7. Desplazamiento relativo del movimiento de masa del terreno en la margen derecha del río Chama en el sector Santa Teresa – El Caracol. Carretera Mérida – El Vigía- Troncal 007.

Se recomienda desde el puntos de vista de la evaluación geológico-geomorfológica de estas vertientes, proponer una cota altitudinal de conservación, recuperación de cobertura vegetal y protección de nacientes de microcuencas altas,  a partir de las zonas de bifurcación de drenajes de segundo (2) orden fluvial, a través de un proyecto de ordenación del territorio y la puesta en marcha de ordenanzas sobre protección y conservación de subcuencas hidrográficas altas para garantizar el recurso agua y mitigar los mecanismos geomorfológicos destructivos del terreno.

Referencias consultadas

Badii, M. H., J. Landeros., y E. Cerna (2008).  El recurso de agua y sustentabilidad (Water resource and sustainability). Daena: International Journal of Good Conscience. 3(1) : 661-671. Octubre 2007 – Marzo 2008. ISSN 1870-557X.

Ferrer, C. (1990ª). Características y efectos geomorfológicos de un deslizamiento asociado con la traza de la falla de Boconó. Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales, Universidad de Los Andes, Mérida, Trabajo de Ascenso, 93 p. Inédito.

______________ 1990b. Evolución geológica de un abanico aluvial Pleistocénico en los Andes venezolanos. XL Convención anual de la Asoc. Ven.
______________ 1989. Aspectos geomórficos de un deslizamiento asociado con la traza de la falla de Boconó. Acta Cient. Venez., 40 (Sup.1): p. 104 (Resumen).
Ponce G. V. y González, V. (1988). Estudio geológico de un área situada al norte de Chiguará, estado Mérida. Agronomía Tropical. 38(1-3): 97-107.

Shubert, C. 1980. Late Cenozoic pull-apart basins, Boconó fault zone, Venezuela Andes. J. Struct. Geol., 2:463-468.

______________ 1982. Cuencas de tracción en los Andes merideños y en las montañas del Caribe, Venezuela. Acta Cient. Venez., 33: 389-395.

Tricart, J. & Michel, M. 1963. Monographie et carte géomorphologique de la región de Lagunillas (Andes Vénézuéliennes). Rev. De Géom. Dynamique, xv E Anné : 1-33.

Varnes, D.J. 1978. Slope movements, types and processes. En: R.L. Schuster y R.J. Krizek (editores). Landslides; Analysis and Control. National Academy of Science Transportation Research Board, Special Report, 176:11-33



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